BLOG -SANANDO: Tu vida mejora con una sola decisión, ּ¡una acción!

Written on 12th October 2014 by Shulamit Lando

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Todo lo que sé y todo lo que he aprendido ha llegado a mí gracias a la sorpresa que la vida me tenía reservada: MS (Esclerosis Múltiple), una enfermedad degenerativa y supuestamente incurable. Todo lo que escribo, incluso si no está específicamente relacionado con ella, viene de la expansión de la conciencia que se me dio a través del proceso de aprender a lidiar y eventualmente, a sanar, de la enfermedad.

 

Despierto deprimida de nuevo. Estaba lloviendo muy fuerte haciendo una gran alharaca sobre techo de cristal de mi estudio en Cuernavaca, la “Ciudad de la Eterna Primavera”.

Finalmente había comenzado a sentirme mejor del último episodio de Esclerosis Múltiple (MS) que me había tenido tumbada durante  el último par de meses. Esta depresión estaba incluso médicamente justificada.

El día estaba gris y desagradable.

Había escuchado hablar de la clase de Yoga en el jardín de Anita. Anita vivía en una hermosa residencia de Cuernavaca, que solía ser un campamento infantil al cual yo asistía cuando era niña. Mis primeras experiencias importantes acerca del miedo—o sea: los niños y las tarántulas—ocurrieron allí. Y mi primer beso, en la piscina bajo el agua.

La clase de yoga fue sorprendentemente agradable. Nunca antes había yo hecho yoga; fue relajante y retadora para todos ahí, no sólo para mi debilitado cuerpo.

 La clase se llevaba a cabo bajo un viejo y enorme árbol, el mismo que había sostenido aquel columpio sobre el cual coqueteaba con Andrés.

La brisa era fresca. Respiré profundamente. ¡Mi vida era buena!

Después de la clase me invitaron a quedarme a desayunar con la familia de Anita. Un delicioso banquete mexicano se sirvió en la terraza de azulejos. Había dejado de llover; el sol brillaba a través de las ahora nubes vacías.

No fue el yoga.

No fue Anita.

No fue el jardín, bajo el enorme árbol de mi infancia.

Fue el efecto acumulativo de todas esas pequeñas decisiones, bendiciones para ese momento en particular, lo que me levantó por completo y me cambió la vida ese día. Había encontrado una nueva rutina, nuevos amigos… una nueva vida!  Y yo que ni siquiera estaba buscando todo eso! Sólo me quería sentir un poco menos deprimida.

Toma un solo pasito hoy, levántate del lugar a donde te sientes atorado, limitada o abrumado. Un paso, una acción…. no importa qué sea.

¡Simplemente hazlo!